Mercado de abastos (años1950). archivo AHISVI
Plaza de Juan XIII
Libro capitular de 1852. Archivo Histórico Municipal
En Villacarrillo a 20 de abril de 1851, se acordó EN EL Concejo del Cabildo que, con objeto de dejar expeditas las plazas públicas de esta Villa y hermosear el ornato tan recomendado por las leyes, queda prohibida la venta de toda clase de comestibles y vajillas en otro punto; habilitándose para mercado o plaza de ventas, la llamada de la Umbría inmediata a la Iglesia parroquial, puesto que consultada la voluntad del caballero Párroco, no se considera que perjudique en nada al Templo ni a los actos religiosos esta medida. Reuniendo a la vez la circunstancia de ser ésta sitio punto céntrico de esta población y para cuya causa ofrece comodidad al vecindario, al efecto mandaron dichos señores se deje libre dicha plaza ocupada hoy por algunos sitios con piedras de particulares y que los dueños de las casas de maderas que hoy existen en la plaza pública, las trasladen en el término de diez días a la nuevamente habilitada, colocándose contra la barbacana de la lonja de la Parroquia[1] y siguiendo el mismo orden. En las demás que se construyan y soliciten interesados[2]. Así lo acordaron y firmaron los señores del Ayuntamiento, de que yo el Secretario certifico.
Firmado: García de Zúñiga, Rubiales, Rodríguez, García, Felgueras, Claverías, Hervás.
SL2.
[1] La lonja es un lugar de reunión de comerciantes, donde se compra, vende o intercambian mercancías a mayor escala, por el contrario, el término mercado, suele asociarse más a la venta al por menor entre comerciante y consumidor.
En el caso que nos ocupa debe de tratarse del rincón que existe en la parte derecha, donde cuando se construyó el mercado había una escalinata se situaba el vendedor de mantas, ¿recordáis los más viejos?.
[2] “En las demás que se construyan y soliciten interesados”. Esta frase se refiere a los que trajeren más materiales de los existentes en la plaza, deben solicitarlo al Ayuntamiento.