Dice la letra del comienzo de una estrofa de las “sevillanas del adiós”, que <<Algo se muere en el alma cuando un amigo se va>>; vosotros os habéis ido de mi alma, pero no de mis recuerdos; Como decía KierkeGaard, << la vida hay que vivirla hacia delante, sólo se puede comprender hacia atrás>> estas palabras son, las que me hacen volver al pasado, para ir comprender el continuo presente.
Poco a poco los amigos y conocidos van quedando atrás en el tiempo, como una película en que soy espectador, a mi alrededor, las butacas están vacías, ya no cantaremos “la pelona está pelá, porque la ha pelao el barbero”, ni acompañaremos aquel anuncio de “Agni” gritando al unísono, “es sensacional”, ni contaremos chistes verdes en la misa de doce, ni tomaremos vino en la Marrueda, Turbiero, Gordo las papas, ni cerro del Águila. “No volverá la Lisboa antigua y señorial”, al igual que no volverán nuestras conversaciones, guateques, futbol, bares, paseos, enamoramientos, ilusiones de futuro, baños en Mogón y sobre todo la amistad. Todo ello perdurará en mis recuerdos, hasta que yo sea el siguiente que parta de orilla a orilla del rio Flegias conducido por Aqueronte, para compartir de nuevo junto a vosotros, nuestro gozoso pasado y el esperanzador futuro de nuestras almas.
Os tengo presentes.